martes, 10 de junio de 2014

Salvar Moore Street - Save Moore Street

La especulación y la destrucción patrimonial es algo común por desgracia en estos días. Allí donde hay un interés, donde hay un posible beneficio monetario...o donde hay algo que molesta por los motivos que sea, aunque sean edificios, casas, calles o barrios históricos, acabaran llegando las maquinas para derribar y destruir. Pasa en el País Cántabro...y pasa en Irlanda también.




En la ciudad de Dublín hay una zona que, aparte de albergar un muy importante, activo y bullicioso mercado popular diario, es patrimonio histórico y no solo de Dublín sino de toda Irlanda.

Y, se puede afirmar sin lugar a duda, que es también patrimonio de todo el mundo, de la humanidad, y especialmente de las y los amantes de la libertad sean de donde sean.

Esta zona se encuentra en torno a su símbolo mas especial: la calle de Moore Street.

Situada por detrás del GPO, que como se sabe fue el lugar central del levantamiento revolucionario de 1916, esta calle esta ligada al mismo por ser el lugar de la última batalla de la Revolución y el lugar donde el Gobierno Provisional decidió aceptar la rendición incondicional.








Tras proclamar la República Irlandesa democrática (y no sectaria, para los 32 condados de Irlanda), tras una semana de intensísima lucha con las fuerzas británicas, tras tener que desalojar el GPO en llamas, fueron casa tras casa, retirándose hasta Moore Street. Allí se instalaría el último Cuartel General de los revolucionarios republicanos irlandeses.



Se encontraban al menos tres de los firmantes de la Proclamación republicana de independencia, como Padraig Pearse, Tom Clarke y, herido de gravedad, James Connolly.







Seguía la resistencia sabiendo que los británicos habían acabado dominando la situación, sabiendo de las masacres que se estaban cometiendo contra la población irlandesa, sabiendo de la derrota de otras unidades, viendo el GPO y muchos mas edificios caer bajo las bombas británicas y el fuego.









La decisión de ahorrar sangre y sufrimiento , sabiendo a buen seguro, que significaba su muerte a manos de un enemigo imperialista y sin piedad, fue tomada y el Gobierno Provisional decidió rendirse.

Una enfermera,  Elizabeth O’Farrell, llevo a los británicos la decisión. Y así y allí se pudo dar por finalizada esa fase de la Revolución Irlandesa, que como la Historia demostró, trajo con los años muchas y variadas consecuencias, siendo de las mas importantes que en las primeras elecciones celebradas en todos los 32 condados, el pueblo irlandés de forma abrumadora ratifico la opción que plasmaba los ideales de 1916. Y, una vez más, tras ello vino la represión británica y más lucha.



Todos los firmantes de la Proclamación de 1916 fueron ejecutados. Incluso el gravemente herido James Connolly, que tuvo que ser sentado en una silla para que le pudieran fusilar. Todos lo afrontaron con una bravura y dignidad, orgullosos de su lucha por la libertad de Irlanda, por el pueblo de Irlanda, que es digna de las mas profunda admiración. Con ellos, antes y después, muchos cientos de irlandeses e irlandesas fueron ejecutados o asesinados a manos de los británicos.

De esta fase final, heroica,  aunque también trágica, Moore Street es un símbolo. Y es un símbolo, como el GPO, de 1916 y sus ideales.





¿Cuál es la actuación de la administración de Dublín y del Estado de los 26 Condados? Dejar que los edificios se degraden y, ahora, venir con un proyecto faraónico de mega-centro comercial.





Esto, evidentemente supone la destrucción de la actual Moore Street y su zona, y la destrucción de ese símbolo para el pueblo irlandés.



Pero el proyecto ha encontrado oposición y resistencia por parte de mucha gente, republicanos evidentemente incluidos.








El último acto que se ha llevado a cabo fue hace poco mas de un mes cuando entre cientos de personas presentes, organizaron una cadena humana en torno a la zona en peligro. Hombres, mujeres, niños, mayores, estuvieron presentes y participaron.



 
 
 


 

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